Lo cierto es que él tan valiente aposto a muerte por mí, aunque yo no valiera la pena o eso creo yo por mi cabezonería y mi complicación. Siempre me dijo que podía tener la persona que quería a mi lado, pero no lo quise ver. También solía decirme que quizás a la persona a la que estaba destinada amar la tenía a mi lado y no me estaba dando cuenta porque podía estar mirando en la dirección equivocada. Él me entendía porque me amaba en secreto, por ello dedico sus horas, sus pensamientos, sus latidos por mí, aun teniendo el miedo de que nunca me fijaría en él, que solo le vería como un amigo. Ahora me doy cuenta que tenía razón, que la persona que tenía a mi lado, ósea él, estaba esperando el momento en que esta idiota se fijara en su corazón desdichado. Pero mi corazón y mis pensamientos en aquel entonces estaban en el hombre equivocado, en aquel que me hacía esperar en la noches frías de invierno, en aquel que dejaba besos cada tres meses, aquel que solo te llamaba cuando se sentía solo, pero que tan enganchada me tenía.
Él solo fue abriéndose paso entre la gente y marco la diferencia en mi vida, solo se eso, que me cogió la mano en una tarde de verano y no me soltó jamás, que me hizo soñar como nunca lo había hecho, y que todo a su lado compartido con él es mucho mejor, mi corazón ya no se vende, le pertenece a él, a la persona que se tomó su tiempo conmigo, la que supo conquistarme, la que simplemente su mayor ambición era amarme.
No hay comentarios:
Publicar un comentario