El peso de nuestro silencio

Llega un momento en que no puedes aguantar más, en que sientes que el silencio de tus palabras a de morir, porque no puedes resistir más. Y todo ello por querer evitar problemas a los demás, te callas y prefieres sufrir tú, pero no caes en la cuenta de que si te callas no enteras a los de tu alrededor de que estas mal, y solo lo haces cuando no puedes más, explotas como si de un volcán se tratara.

Uno de los motivos que una persona puede explotar es cuando la gente que tiene alrededor no se da cuenta de la carga que tiene que soportar esa persona, y solo son conscientes cuando el pilar de su carga se derrumba dejando al resto en desequilibrio, cuando las cosas se terminan, cuando llegan al fin, y es ahí cuando tomamos conciencia de la realidad, pero nunca mientras lo tenemos, por el simple hecho de que vemos el final como algo lejano y por tanto no sabemos apreciar y cuidar lo que tenemos hasta que nos quedamos sin ello. Nuestro propio egoísmo no hace ciegos de ver, de ponernos el lugar de la otra persona.

Y es que a veces hasta nos hacemos responsables de culpas que no van dirigidas a nosotros, por el simple hecho de que queremos proteger a la persona que queremos, por ello aguantamos esa carga que nos duele por dentro y todo ello por amor. Y somos fuertes de sonreír aunque por dentro estemos mal, de intentar también hacer sonreír a los que tenemos alrededor, porque sientes que si haces feliz a los demás en parte eres tu feliz, y todo pesa menos.

Otra de las razones puede ser el sentir que la gente te haga pequeña, te pisotee, diciéndote que nunca llegaras a ser nada, que esos sueños nunca lo cumplirás, que es imposible, en resumen que te corten las alas, que te frenen ese impulso por querer volar. a veces hay que escuchar lo que te dicen pero no tenerlo en cuenta porque si no nunca avanzas. Se aprende más de la vida con los errores que uno comete que con los consejos que te puedan decir, como también se cazan más moscas con miel que con vinagre, y por ello creo que dando confianza, apoyando se consigue unos de los retos más importante, dar seguridad a la otra persona, y esa seguridad le va hacer triunfar, va ser el cimiento fundamental de que eche raíces y empiece a florecer.

El sentir que estas sola, que nadie comprende tu locura, tus ilusiones que te produce esa sensación de vacío, de no sentirte libre, de sentir que tu vida es una cárcel en la que todo el mundo quiere manejar tu vida como si tu fueras un personaje de un juego. Pero por dentro tener esa esperanza, ese hambre por comerte el mundo, aunque tengas que saltar todo los obstáculos que se ponga en tu camino, porque sabes que dentro de ti esta esa fuerza, ese impulso que aunque a veces la gente quiera herirte con sus palabras porque tenemos la mala costumbre de creernos más fácilmente las cosas malas que nos dice la gente antes que las buenas, a pesar de eso, sabes que un día volararas muy alto, llegando muy lejos, alcanzando todas tus metas. Y entonces te podrás permitir el lujo de mirar hacia atrás y sentirte orgullosa de lo que has conseguido sabiendo que todo ha merecido la pena. Y aquellos que nunca creyeron en ti, aquellos que te dijeron no lo lograrías, aquellos que no confiaron en ti, te miraran y tendrá que callar y tragarse sur orgullo y palabras, porque tú, solamente tú lo has podido lograr, porque todo es posible en esta vida, y más si tienes fe y crees en ello, la fuerza humana es insuperable.

Valemos más por lo que callamos, escondemos, y es que en nuestro interior se esconde nuestras intenciones más bondadosas, que no podemos sacar a la luz, porque si no seriamos comidos por esta sociedad, que gira demasiado deprisa a contracorriente, sin mucho sentido lógico.