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martes, 31 de agosto de 2010

Locuras bajo la ducha

Después de un día sofocante, quise darme una ducha, para calmarme, relajarme, aunque solo fuera por un momento.

Necesitaba disfrutar de mi único placer que era la ducha. El sentir el agua caer sobre mi cuerpo, imprégname de lo mas puro, ser otra gota mas, entre un millón.


Fui quitándome la ropa, poco a poco, dejándola en suelo como un despojo. Lentamente fui introduciendo mi cuerpo hasta la ducha, abrí el grifo y miles de gotitas cayeron hacia mí.

Mi pelo se iba mojando, y tras el mi cuerpo, que poco a poco se iba humedeciendo hasta el punto de quedarme totalmente empapada de agua.
Sentir en mi cara el agua caer, me hacia completamente feliz a la vez que me relajaba. Tocar mi cuerpo envuelto en agua, era un placer. Ya iba notando como mi cuerpo se iba despidiendo de aquellas tensiones que le esclavizaban todos los días.

Todo se fue nublando con el calor del agua. Pero tras esa atmosfera de vapor, no solo estaba yo, sentí como un suave cosquilleo producido por una vibración del agua, no podía ser otra cosa que su voz, potente, que al acercase cada vez mas a mi se iba suavizando.


Introduzco su cuerpo desnudo junto al mío que medida que se acercaba al mío se iba mojando. Sus ojos verdes brillaban mas con el agua, su pelo oscuro negro, era un majar tocarlo, jugar con el entre el agua.

Sus manos se deslizaban suavemente por mi cintura hacia abajo y sus labios se fundían en mi piel. Mi corazón se aceleraba, y mi cuerpo entra en calor, un calor que abrasaba; cada terminación de mi cuerpo sentía placer.

Besarnos bajo la ducha, era una fantasía que tenia, y ahora por fin se hacia realidad, él, yo, los dos, bajo el agua, desnudos, a cariciandonos, besándonos.

Ahora el agua ya no tenia envidia del aire pues ella también había tocado nuestros labios, se habían mezclado los dos elementos para probar el sabor de aquel apasionado y ardiente beso. Se convirtieron en testigos de aquel beso, en ese pequeño lugar, la ducha.

sábado, 28 de agosto de 2010

Quiero


Quiero
mezclarme contigo
perdeme en tus besos
esos que son de terciopelo
suaves como una lagrima tuya
tan birllante y unica
como tu sonrisa.

Quiero
descubrir ese mundo
maravilloso que se esconde
en esos ojos timidos
que un dia me miraron
con una ardinte mirada
llena de pasión.

Quiero caminar
por la senda de tu piel
y descubrir
los tesores que guardas
en cada poro de tu piel.

Quiero que me lleven
tus caricias
a lo mas profundo
de tu alma
y decirte cuando te amo.

Quiero navegar por tus venas
llegar a tu corazón ese
que late por una ilusión
escribir alli mi nombre
junto al tuyo
dejando una huella
imborrable.
Y dormirme con
cada unos de tus latidos
razon de mi vivir.

lunes, 16 de agosto de 2010

Errores de juventud

Me desperté, estaba cansada tenia la sensación que el cuerpo me pesaba demasiado. Me encontraba tumbada en una cama de una habitación que yo nunca había estado. Hacia mucho calor en ese sitio y además estaba muy oscuro. De pronto un escalofrió recorrió mi cuerpo, estaba realmente asustada, porque no sabia donde estaba, porque todo era muy raro y yo no recordaba nada. Mi ropa estaba mojada de sudor, y algo manchada. Estaba aturdida, confundía, la cabeza me daba vueltas. Me levante entonces, me fui hacia la puerta la abrí, anduve un poco y de repente escuche unos gritos de jaleo, que parecían que venían de abajo. En ese momento otro escalofrió recorrió mi cuerpo, una de la voces me resultaba familiar, pero no sabia de quien era.


Baje la escaleras, algo mareada, necesitaba salir a la calle respirar aire puro, ver la luz de sol.También sentía que la piernas me tiemblan, que lo nervios se apoderaban de mi o ¿quizás seria pánico? Puede ser, porque cuando te despiertas en un sitio que no conoces de nada y lo primero que ves es una inmensa oscuridad que lo nubla todo, no es algo muy agradable de experimentar.

Mientras que iba bajando la escalera que parecía no tener fin, el olor alcohol lo invadía todo, las voces aumentaba. Voces que resultaban que se lo estaban pasando muy bien.
Por fin pude ver algo de luz a lo lejos, era la luz de una lámpara que estaba encendida y parecían que de ahí provenían también las voces.

Y si fue en ese justo momento cuando baje los cuatro últimos escalones, cuando desperté totalmente, deje de mirar a las escaleras, mire al frente y le vi a él, justo a él, a Gorka en compañía de una chica rubia.

Los dos estaban ahí tumbados en sofá haciendo el amor, gimiendo de placer, comiéndose la boca. Y mientras yo, me llene de furia, de valor, de salir ahí pitando y no volverle a verle más.

Salí corriendo de ahí llorando en silencio, necesitaba gritar en la calle lo idiota que había sido, tenia que soltar la tensión. Pero él se quedo con ella, tan solo me llamo una cuantas veces Sara, no te vayas, espera yo te cuento todo. ¿Qué me iba a contar, si yo sola ya me estaba dando cuenta de todo y podía encajar todo el puzle ya sin ayuda de nadie?

Creo que podía haberle soltado todo ahí, decirle que era un cabrón, que a que estaba jugando, pero me lo callé todo y salí de ahí, y me lo trague yo todo, y me escocía cada vez mas, y cada vez mas lloraba, para desahogarme del desengaño. Yo era así me lo callaba todo, me lo metía para adentro, y lloraba de desesperación, esperaba que con el tiempo se fuera el dolor.

Pero con el tiempo lo único que vino fue aun más dolor, al saber, que iba compartir algo con él, un hijo, estaba embarazada de él. Abuso de mí esa noche, me emborracho, me drogo, hizo conmigo tanto como quiso. Yo estaba realmente enamorada de él, le quería, la amaba, pero el nunca me demostró que me quería, el me hizo tanto mal, tanto sufrimiento, y yo no me di cuenta porque estaba bajo los efectos del amor. De un amor que hoy me arrepiento, que gracias adiós fue esa accidental noche cuando me di cuenta de todo. La gota se derramo ya del vaso y dije adiós para siempre algo turbulento.

No supe mas de él desde esa noche, yo ahora no tenia que pensar en nada que me hiciera mal, debía cuidarme pues la esperanza de mi vida y mi alegría era ese bebe que esta esperando.

Tenía tan solo 18 años, pero me sentía tan madura de afrontar ser madre. Fueron 9 meses amargos y felices. En un primer momento amargos pero después cuando el bebe iba creciendo dentro de mi y sentía sus pataditas, se me olvido todo aquello que me hizo sufrir, y disfrute del momento.

Y si llego ese día tan deseado, el día que por fin puede ver eso ojitos tan lindos que tenia mí bebe, mi pequeño Alex. Era tan pequeño, tan delicado, tan guapo, era un milagro.

Esta vez lloraba de felicidad, de emoción, eso solo se sentía con el dulce regalo que traía el instinto maternal, ser mama era algo mu especial para mi. Era feliz cuando veía que mi pequeño se dormía entre mi brazos, cuando sonría cuando le cantaba o cuando le hacia cosquillas.

Han pasado ya 7 años ya de eso, y mi pequeño Alex ya un hombrecito, se parece mucho en la cara a su padre, pero me recuerda tanto a mi. Lo tiene todo a mí, solo en eso se parece a su padre. El otro día vino sigilosamente hacia a mi, se sentó en sofá me dio un beso y me pregunto quien era su papa. Me sorprendió tanto esa pregunta, pero tarde o temprano me lo iba a preguntar. De repente en mi cabeza brotaron de nuevo esos recuerdos del pasado.

Con su vocecilla dulce me volvía a decir, que el quería conocer a su papa, que se sentía triste cuando llegaba el día del padre y todos sus amigos tenia un regalo para sus papas y el no tenia nada. Entonces le dije que su papa, se había ido a otro sitio, que cuando me dejo embarazada de él, y no le volví a ver. Que imaginaba que seria feliz con su nueva vida.

Entonces me pregunto otra vez, -¿Entonces papa no sabe que existo?

-No cariño papa no sabe que tu eres su hijo.

En ese momento rompí a llorar, y al verme tan mal, mi niño me abrazo con tanta fuerzas y me dijo que no me preocupara.

Pero yo se que el estaba también mal por adentro, así que ese día le prometí a mi pequeño Alex que por el volvería a buscar a su padre, para decirle toda la verdad.

Fue así como aquella tarde salí de casa me subí en el coche y fue en busca de la casa de sus padres, era el primer sitio donde podía saber de él.

Al llegar me abrió su madre, que se sorprendió de verme, me saludo muy agradablemente al igual que su marido. Pregunte por su hijo y me dijeron que estaría trabajando el bar de su hermana pero que pronto llegaría porque estaban apunto de cerrar. Yo le dije que ira a buscarlo que me corría prisa. Así que fui hacia el bar donde le encontré limpiando la barra. Con voz nerviosa le dije tenemos que hablar. Se giro me miro y me pidió perdón por aquella accidental noche.

- Aquella noche estaba borracho, perdóname no sabia lo que hacia, era muy joven.- me dijo

- Si demasiado loco eras, y yo quizás una loca que se enamoro de aquel gilipollas. Le dije. Yo te quise cosa que tú, lo dudo.

- Puede que jugué contigo, pero estaba tan ilusionada conmigo, que no tuve remedio.

- Vaya es que encima te gusta jugar con los sentimientos de los demás, pero lo peor es aquella noche no solo jugaste sino que la cegaste y te perdone una vez mas con el paso del tiempo, aquella noche me quede embarazada de ti.

- ¿Cómo? ¿Puedes repetir?

- Si lo que has escuchado, me quede embarazada de ti, y tuve a mi pequeño Alex, y si esto aquí, es por él, porque yo contigo no quiero nada, tan solo quiero que él te conozca que se de cuenta de la clase de padre que tiene, que no se sienta solo y pueda también tener el cariño de su padre, pero lo dudo porque si el no me lo dio a mi como se lo va dar a un niño.

No supo que decir, se quedo perplejo, de momento me abrazo, empezó a llorar y hacerme preguntas sobre él. No me imaginaba que esa fuera su reacción, que estuviera tan ilusionado con ejercer de padre. Quería conocerle rápidamente, hablar con él, jugar, hacer mil locuras.

Esa noche cenamos los tres juntos en mi casa fue tan especial esa noche pero no me podía permitir enamorarme otra vez de él, esta vez si que no, yo sabia que no convenía tenerle de pareja solo de amigo.

Aquella noche le dije a Alex que le traía una sorpresa para la cena, en ese momento apareció Gorka, que al ver a Alex se tiro directo a cogerle. Sobraban las explicaciones pues Alex ya sabía que ese era su padre. Aquella noche se me callo la baba de ver lo feliz que era mi niño jugando con su padre, de lo contento que estaba. Me alegre también de ver a otro Gorka distinto al que yo conocía, algo mas maduro.

De tanto juego Alex se quedo dormido, y era el momento ideal para que Gorka y yo habláramos. Lo aclaramos todo, que cada uno seguiríamos con nuestra vida, que el vendría a ver todos lo días a Alex…. También le explique porque no le había dicho nada antes y lo entendió perfectamente, hasta me volvió a pedir perdón otra vez.

Desde entonces soy feliz de saber que con Gorka me llevo genial después de todo y de que es feliz, que yo también yo feliz junto a mi pequeño y junto a David mi marido.

Y por supuesto lo que me hace mas feliz aun es mi querido Alex, al ver que ahora puede compartir todo su cariño con toda su familia, se que ahora no le faltar amor por ningún lado.

Se que le encanta la tortillas de su abuela Carmen, por eso desea tanto ir a casa de su padre, se que disfruta cuidado a su hermana pequeña (por parte de Gorka), se que le encanta darme sustos o bañarme conmigo jugando con la espuma en fin una variedad de cosas.

miércoles, 11 de agosto de 2010

La felicidad de la vida

Estuviste ahí, en todo momento, ayudándome a secar mis lágrimas cuando la tormenta me azotaba sin remordimiento. Me cuidaste tanto en esos momentos, pero en cambio yo te trate como un perro, me comporte como una idiota por no darme cuenta de lo que tenía a mi lado.

Pero eso cambio cuando un día el sol venció las tormentas que asolaban mi mente.
Pude escapar de esa esclavitud que sufría, que me aturdía y me cegaba.

Cuando el sol brillaba con mas intensidad, y la calma volvía a formar parte de mi, fue cuando me tumbe al frescor de la hierba, cerré los ojos, respire, deje la mente en blanco, abrí los ojos y tu estabas ahí a mi lado tumbado, dándome la mano, sonríe por un momento, sentía tanta paz en mí, hacia tanto que no sonría.

Seguí mirando al cielo pero tu mirada, tu dulce mirada, se puso por delante. Ya podía verla con mayor claridad, porque antes las nubes negras lo cubrían todo y me impedían ver tus hermosos ojos.

Solo en ese instante me di cuenta de que tú, solo tú lo llenabas todo. Llego el momento en el que mi voz no quería esta vez ser la protagonista, quiso dejarle paso a mis labios, para decirte con coquillas y besos que ya me había dado cuenta de todo.

Te bese tan fuerte, tan apasionadamente, que no me quería despegar de ti. Cada segundo que te besaba sentía más adición, un placer incontrolable. Solo paramos cuando nos quedamos sin aliento. En ese instante sobraban todas las palabras y la mejor manera de comunicarnos era con nuestras miradas cómplices, testigos de nuestro amor.

Se que fuiste feliz en aquel mágico momento, tan especial, que tanto habías soñado desde el primer día que me conociste, también se que te sentiste amado por mi besos.

Aquel día me convertí en una loca, cuando la locura se estaba apoderando de mí. Los culpables fueron aquellos besos inocentes que recorrían mi cuello, aquel cálido calor de tus manos rodeándome mi cuerpo, jugando con mi cabello, perdiéndose en mi piel.

Fue entonces donde comprendí lo hermosa que es la vida, que siempre aunque no nos queramos dar cuenta, día a día tenemos algo bueno, algo que no hace sentirnos vivos, algo que hay que cuidar, saber mantener, porque no dura para siempre.

Y si quizás fue tarde, cuando me di cuenta de tu estabas ahí, pero tuve la suerte de que aun no te habías ido, y no dude ni un solo instante en aprovechar cada segundo de tu amor.

miércoles, 4 de agosto de 2010

Esclava de una pasion

Una alma esclava, arrastrada por los sentimientos, perdida en lo que sentía ¿pero como saber si lo que sentía era real o era simplemente una fantasía irreal?

Llevaba tanto tiempo perdida en ese sentimiento, que no le dejaba llevarse por la razón.

Lucho por hacer posible ese sueño, que parecía tan real con el corazón y tan imposible con la razón.

¿Merecía la pena luchar, llegar a la cima? ¿o aprender a medida que se iba avanzando en el camino?

Se arrastro a vagar por ese camino, que tanto le araño el corazón, que le robo la conciencia, que la marchitaba, al que no podía poner freno porque lo amaba. Se veía encerrada, no podía huir de la realidad y menos de los sueños, sus ojos se le clavaron de tal manera que la hechizaron.

Una vez conseguido parte de ese sueño, se detuvo por un momento, sentía que la razón le decía al corazón que había que abandonar, que ya era vano luchar por algo que era imposible.

Los ríos de lágrimas debían secarse, la confusión se estaba aclarando, todo volvía a ser como antes, pero con una señal en corazón, una pequeña espina que dolía todavía. Otro no, fue el causante de aclarar la situación, de volver a resucitar a ese ángel dormido que habita en ella.

En ese momento solo le acompañaba aquello recuerdos que nunca tendrían fecha para olvidar, aquellos que le perseguirán para el resto de sus días, lo que recordará un día, como viejos recuerdos felices, donde la valentía se hizo amiga de la pasión.

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